Cuando se escribe sobre alta sensibilidad se suele mencionar a toda esa parte más desconcertante y problemática que caracteriza al rasgo, esa que hace que la sientas como un lastre si no la sabes gestionar.
Aunque hoy me gustaría darle la vuelta y mostrarte ese lado maravilloso de ser una persona altamente sensible y que, también, forma parte del rasgo PAS.
Porque lo tenemos, sí. Aunque haya momentos en los que te gustaría no tener esas antenitas con las que captar tanto detalle a tu alrededor, tanta información, tanta emocionalidad, tanta saturación a punto de estallar en tu cabeza…
Aprender a reconocer las características de la alta sensibilidad, no solo te llevará a saber gestionar ese lado más amargo, sino que te aportará una visión más amable de todo lo que conforma tu rasgo PAS.
Y para llegar a ese disfrute total de quién eres, debes empezar a verte como una persona que aporta muchas cosas buenas al mundo gracias a su alta sensibilidad.
Es por ello que, en este post, voy a compartir contigo cinco buenas razones –podrían ser muchas más– por las que deberías sentirte orgullosa de ser PAS y enamorarte de tu lado más sensible.
¡Empecemos!
1. Tu gran empatía
Para mí, es un privilegio tener la capacidad de estar presente y poder sentir la emoción de aquella persona que está confiando en ti para contarte su problema, sus ilusiones o sus tristezas.
Tu empatía te hace conectar de tal manera con el sentir del otro que acabas reconfortándole, desprendiendo comprensión, confianza y calma. Todo con tan solo tu presencia.
Y como no podía ser de otro modo, esta empatía a su vez genera unas ganas locas de complacer y hacer sentir bien a la otra persona. De ahí que, las personas altamente sensibles, tengamos amistades profundas, sinceras, de gran conexión y a las que nos gusta cuidar.
Eso sí, hay que saber poner límites a tanta empatía si quieres sentirte agradecida por tenerla. No se trata solo de conectar con los sentimientos de los demás, sino que hay que saber detectar cuándo estás empezando a absorber el dolor ajeno y apropiándote de emociones que no son tuyas.
Tienes que ser consciente de que, toda esa información extra que atraes hacia ti, es la que acabará por sobreactivarte y saturarte.
Así que ya sabes, es imprescindible que sepas cuando estás atrayendo en exceso el sentir de la otra persona para disfrutar de tu alta empatía.
2. Tu compromiso con los demás
Si hay algo que destaca de una persona altamente sensible y, sobre todo, agradecen las personas que la rodean, es su nivel de compromiso surgido, directamente, desde el corazón. ¿No crees que es una buena razón para sentirte orgullosa de ser PAS?
El poder ayudar a los demás nos llena tanto que nos sentimos fatal cuando «detectamos» que la otra persona necesita ayuda y no podemos ofrecérsela como nos gustaría.
Y está bien este compromiso, es maravilloso, aunque para gestionarlo de un modo sano, y no sentirte culpable cuando no puedes comprometerte, solo tienes que ser consciente y aceptar que no siempre está en tu mano la solución. Ya sea porque realmente no tienes la capacidad o porque, no siempre, es aceptada por la otra persona.
Sin esa culpa, disfrutarás de una de las cosas más bonitas de tu alta sensibilidad.
3. Tu gran riqueza interior
A las PAS nos encanta permanecer en nuestro mundo interior, reflexionar sobre la vida, sobre nuestras experiencias, sobre el porqué de emociones, situaciones, pensamientos.
Dentro de las PAS todo fluye de un modo profundo y, esa riqueza interior, la convierte en una persona que disfruta conociéndose, observándose, a ella y a los demás.
Cultivar tu interior te permite poder conectar con otras personas a un nivel más trascendental. De ahí que, cuando encuentras a otra PAS sin saber que lo es, conectéis al instante.
¿Tienes un reducido número de amistades? Para una persona altamente sensible, la importancia de la amistad, no solo radica en pasar un buen rato sino, principalmente, en la especial conexión que se produce cuando encuentra a alguien –aún sin ser PAS– con la que puede expresarse con confianza, compresión y de un modo profundo.
4. El modo tan intenso de disfrutar las pequeñas cosas que te rodean
Tu capacidad para detectar los pequeños detalles te permite apreciar y disfrutar de todo aquello que no se ve a simple vista. Como si tuvieras una varita mágica, logras ver lo que es invisible ante los ojos de los demás.
Y esa habilidad innata para observar sutilezas en lo que te rodea hace que en tu mente destaquen, por ejemplo, la belleza de una simple flor escondida tras la maleza o las mil tonalidades que el sol de atardecer refleja en el tronco de un árbol.
Una PAS, en el momento que aprende a gestionar su alta sensibilidad, es mucho más consciente de su nivel de emocionalidad y, por tanto, de todo aquello que en un momento dado le llena de felicidad.
5. Tu maravillosa forma de transmitir calma y escucha a los que te rodean
Otra de las razones por las que deberías sentirte orgullosa de ser PAS es la capacidad de transmitir calma y escucha a los demás. Algo muy valioso en los tiempos que corren ¿no te parece?
Tu tranquilidad es reflejo de tu parte más sensible y, como un imán, proyectas del tal modo confianza que, aunque estés con una persona con la que tienes poca relación, eres capaz de que se abra contigo y te explique su problema.
Generar calma y escucha no está al alcance de todos y a ti, como PAS, te sale fenomenal. Además, ¿no me digas que no te sientes reconfortada al haber sido un punto de apoyo emocional para la otra persona?
Porque lo haces sin pensar, sin esfuerzo y con deseo de ayudar. Y eso, amiga sensible, lo transmites a quienes tienes a tu alrededor.
Como habrás podido comprobar, son cinco buenas razones por las que deberías sentirte orgullosa de ser PAS. No esperes más y empieza a transformar la manera en cómo ves y sientes tu alta sensibilidad.
¿Cómo hacerlo? Pues, como indico en uno de mis anteriores posts, entendiéndola y aprendiendo a gestionarla desde el autoconocimiento. Te proporcionará los recursos necesarios para que puedas convivir con ella de un modo amable.
No hay más que leer el testimonio de una de mis amigas sensibles, Angelina. PAS enamorada y bien orgullosa de su rasgo:
“El mundo nunca ha sido ni es un lugar fácil para la humanidad, mucho menos para los PAS…por eso es sumamente importante aprender a gestionarlo. Personalmente me ha servido para comprender más el mundo en el que vivo y también para comprenderme un poco más, amarme y adquirir la firme certeza de que tenemos mucho para aportar y construir un lugar mejor en el que vivir, para nosotras y quienes nos rodean.”
Sé que no es fácil llegar a disfrutar en plenitud de tu lado más sensible y, por eso mismo, la ayuda de un profesional del autoconocimiento o terapeuta de PAS, es más que recomendable para acompañarte en este camino. Como Coach especializada en Alta Sensibilidad, estaré encantada de poder ayudarte si lo necesitas.
Espero que te sirva este post para reflexionar y darte cuenta de que, no hay nada malo en el modo en el que experimentas el mundo, sino que tu sensibilidad es otra parte de ti, con sus luces y sus sombras.
Yo me siento muy orgullosa de ser PAS ¿y tú? ¿Cómo es la relación con tu alta sensibilidad? ¡Te leo en los comentarios!