Cuando piensas por primera vez que te vas a convertir en una expatriada, lo primero que te viene a la cabeza es ¿cómo me voy a adaptar alli? ¿cómo será mi nueva vida lejos de casa?. Te haces mil preguntas que en un principio no sabes responder pero una vez te encuentras en ello las vas tachando de tu lista de incognitas vitales.
Subes y bajas en una noria de emociones a medida que tu camino avanza en el nuevo país, hasta que llega un dia en el que por fin te paras, miras a tu alrededor, y lo que sientes es equilibrio. Te das cuenta que nada sobra ni que nada falta. Es el instante en el que has asimilado tu nueva vida y en el que el cartel de «nueva» pasa a ser historia. Te has adaptado sin darte cuenta, has hecho tuyo lo que parecía imposible. Lo extraño se vuelve cotidiano, lo cotidiano de antes, extraño. Y es entonces cuando no quieres volver porque todo forma parte de la realidad presente, la que puedes tocar y sentir.
Pero como el ser humano se caracteriza por su poder de adaptación, cuando un día te dicen «toca volver» no queda otra que «desaplatanarse», hacer las maletas y empezar de nuevo en lo que antes llamabas «tu vieja vida».
¿Y cómo se lleva esto de regresar a tu país? ¿De convertirte en una repatriada? Para todos aquellos que tengáis la inquietud de como se vive el famoso «choque cultural inverso», os comparto la entrevista que la bloguera y coach para expatriados Laura Sargantana me realizó para su canal de podcast «Palabra de Expat«:
Entrevista a Helga García: Choque Cultural Inverso: Audio aquí
Si quieres saber más sobre Laura puedes hacerlo en: www.laurasargantana.com